lunes, 21 de septiembre de 2015

HADES, de Candice Fox, reseña de Carmina (blog DE TINTA EN VENA)

Título: Hades
Autora: Candice Fox
Colección: La huella-Australia
Fecha edición: septiembre 2015
Páginas: 304
ISBN: 9788415433123
Rústica con solapas, 15 x 23 cm
Precio: 19,95€


Compra este título en papel en Ediciones Pàmies (envío gratis)








SINOPSIS:
Hades se rodea de objetos que la gente tira a la basura. Convierte los desechos de los demás en retorcidas esculturas que se alinean alrededor de su gigantesco vertedero de chatarra. Allí también hace desaparecer los cuerpos que le llevan…, pero a un precio. Una noche un hombre llega a la puerta de Hades con dos niños malheridos de los que se quiere deshacer. Y Hades toma una decisión que cambiará su vida...

Veinte años después, el detective de Homicidios Frank Bennett se siente muy afortunado cuando conoce a su nueva compañera, la oscura y bella Eden Archer. Pero hay algo raro tanto en Eden como en su hermano Eric, también policía. Al principio, cuando comienzan la búsqueda de un asesino en serie, un cirujano psicópata, el instinto de Eden se convierte en el mejor instrumento de la investigación. Pero muy pronto Frank se preguntará si ella y Eric no serán tan peligrosos como el hombre al que persiguen…

Quién merece vivir y quién no es un dilema tan viejo como el hombre, y para el que no existe una verdadera respuesta.


OPINIÓN PERSONAL:
Mis impresiones:

Si tuviera que definir con una sola palabra esta novela, supongo que esta sería brutal, y no porque lo que cuente sea más fuerte que lo que puedas encontrar en otras de su género, si no porque el conjunto de toda la trama va golpeando al lector, desde unos personajes fríos y casi deshumanizados, que dejan aflorar en escasas ocasiones los sentimientos, hasta unas situaciones extremas capaces de condicionar el futuro de los personajes.

Hades es una radiografía de la maldad en estado puro, de la justicia poética, del juego de ser jueces supremos y decidir quien merece vivir y quien morir. Aunque pudiera parecerlo por el titulo, Hades no es el protagonista de esta novela, aunque si un pilar muy importante de ella. Y es que su mundo se circunscribe a los límites de sus vertedero, en el que es el vigilante del averno, como su propio nombre indica.

La primera contradicción de este personaje frío y sin moral, que por dinero hace desaparecer los errores de los demás bajo capas de basura, la encontramos en su afición por crear arte con lo que los demás desperdician, obras que están desperdigadas por el reino que habita y que en cierta manera denotan una sensibilidad que él es incapaz de mostrar con un ser humano, la segunda el hacerse cargo de dos niños malheridos de los que debería haberse deshecho, el mimo con que los cuida mientras están heridos y el cuidado que pone en dotarlos de unos valores de los que él carece.

A pesar de la frialdad y la poca empatía que puede provocar Hades yo terminé apreciándolo, quizás por el empeño en rescatar del infierno a esos niños, quizás por la forma de proporcionarles una coartada a sus instintos justicieros, nadie como él para nadar en el insondable averno de sus pesadillas, nadie como él para saber que sin su ayuda eran carne de presidio, y los dotó de una serie de conocimientos que si bien no les liberó de su naturaleza malvada, si que les permitió llevar una vida más o menos normal.

Tenía curiosidad por saber como la autora nos iba a introducir en la infancia de Eden y Eric, esos niños que llegaron malheridos al vertedero, y la verdad es que ha dado en el clavo en la forma de hacerlo. Para ello se ha valido de dos tramas que avanzan en paralelo para confluir en una sola al final del libro.

La autora comienza presentándonos el reino de Hades, para ello se vale de la tercera persona y de un narrador omnisciente, que nos permite ver desde distintos ángulos un mismo hecho, no en balde son tres los protagonistas de esta trama: Hades, Eden y Eric. Sin embargo a pesar de que el desarrollo es líneal no la forma de presentarlo en la novela, puesto que estos capítulos de presentación de los protagonistas de este historia se alternan con otros narrados en primera persona por Frank Bennet, detective de homicidios y a la postre compañero de Eden Archer. A través de Frank conocemos a los hermanos Archer en la actualidad,y es que el empeño del detective por desentrañar los secretos y misterios de su compañera le causaran algún que otro quebradero de cabeza.

Qué distintos son esos pequeños, que conocemos en el primer capítulo, de lo que serán cuando vayan creciendo y madurando, y sobre todo que distintos son de esos detectives de maneras rudas a los que todos temen, y en medio de este tinglado aparece Frank Bennet, que también guarda fantasmas en el armario, que esconde en su pasado comportamientos impropios de un policía, que no hacen que se sienta precisamente orgulloso de si mismo.

Frank es un personaje que no he llegado a entender, desde el principio me pareció pedante, demasiado gallito y muy pesado, no se puede acosar de esa forma a una persona para que te abra las puertas a una intimidad que vigila de forma celosa. El caso que llevan entre manos no es moco de pavo y se han de cubrir las espaldas lo mejor que puedan, pero eso no le da derecho a husmear en la intimidad de Eden. El cambio que sufre cuando conoce a la víctima frustrada del asesino que persiguen tampoco me convence, un hombre que no ha sido un dechado de virtudes en su relación con las mujeres, pone demasiado celo en proteger a la testigo, para ello no es necesario actuar de la forma en que lo hace y que al menos a mi me ha chirriado por todos los lados.

En cuanto a Eden y Eric mejor los conocéis acercándoos a su historia, vale la pena vivir la montaña rusa de sensaciones a las que te abocan, porque si bien es díficil empatizar con ellos, no lo es tanto comprenderlos, y creo que cualquiera en su caso hubiera actuado de forma similar, al menos en lo que su justicia personal se refiere, al resto es más complejo de entender y habríamos de meternos en la mente de un niño obligado a ser testigo de una tragedia de dimensiones colosales.

Si en la trama narrada en tercera persona recorremos la infancia de Edén y Eric, en la narrada en primera persona por Frank Bennet, estos son dos reputados detectives de homicidios con una eficacia impresionante y unos métodos poco ortodoxos. A pesar de ser el compañero de Edén, chocara de forma frontal con Eric desde el minuto uno, ya que este es la sombra de su hermana y no permite que se acerquen demasiado a ella. Los tres se enfrentan a un asesino en serie o a un traficante de organos que se cree con el derecho de decidir quién debe morir y quién vivir.

Todo comienza con un accidente, un cabo suelto, el descubrimiento de un cementerio poco usual, y la constatación de que una de las victimas es una niña que ha desaparecido hace poco tiempo. La carrera contrarreloj para atraparlo y evitar nuevas víctimas altera los ánimos de los tres, y sobre todo la actitud de Frank exaspera a los dos hermanos. Poco a poco iran apareciendo nuevos personajes, secundarios importantes en el desarrollo de la trama, pero que no están tan bien definidos como lo principales.

Capitulo a capitulo, las tramas van avanzando hasta confluir en una sola, hasta noquear al lector, porque se produce un giro que no espera, y que a la vez comprende que no podía ser de otra forma, pero no por ello impacta menos.

Con una prosa directa, sencilla, ágil Candice Fox nos adentra en el infierno de unos personajes víctimas de su pasado, de la brutalidad. La sucesión de capítulos cortos propicia una lectura rápida en el lector, que está ávido de respuestas, que necesita conocer el desenlace, no necesita tanto saber si se atrapa al asesino, sino como termina el triángulo formado por los tres protagonistas.

"Mi vida por un secreto tuyo", en el momento de pronunciar esta frase Frank Bennet desconocía que estaba vendiendo su alma al diablo, quizás la vendió en el mismo momento en que conoció a Edén y quedó prendado de su belleza y enredado en su misterio. Pero si quieres conocer el secreto habrás de adentrarte en la lectura de Hades.

Conclusión:

Si habéis llegado hasta aquí, os habréis dado cuenta de lo mucho que me ha gustado esta novela, la autora despliega en ella toda la experiencia de la infancia vivida en una familia inusual, y también de esas conversaciones que escuchaba a escondidas y en las que su padre desgranaba su trabajo como asistente social.

Candice Fox hace gala de conocer la naturaleza humana y retrata como un trauma vivido en la infancia puede condicionar el futuro de las personas que lo sufren. Nunca Eden y Eric hubieran sido los mismos si no hubieran sido arrancados de forma brutal de la idílica familia de la que procedían. Tampoco Frank hubiera vendido el alma al diablo por conocer un secreto de su compañera.

A pesar de la frialdad y la escasa humanidad de la mayoría de los personajes al lector no le cuesta comprender su forma de actuar, ojo, no empatizar, porque eso sería muy fuerte, pero sin llegar a justificar, si comprenderles, incluso apoyarles en algún momento puntual.

Si te gusta la novela negra no puedes perderte Hades, seguro que te atrapará entre sus páginas, no se si será la mejor novela negra que he leído en 2015, pero sí que estará entre las mejores, y por supuesto entre las más recomendadas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario