Título: El hijo de César
Autor: John Williams
Colección: Histórica
Fecha edición: noviembre 2008
Páginas: 320
ISBN:
9788496952263
Cartoné con sobrecubierta,
15 x 23 cm
Precio: 23,95€
SINOPSIS:
Año 44 a.C. Julio César es
asesinado. Cuando en su testamento adopta y nombra como su heredero universal a
su sobrino Octavio, la vida de este joven de dieciocho años cambia para siempre.
Rodeado de hombres que luchan
encarnizadamente por el poder —Cicerón, Bruto, Casio, Marco Antonio, Lépido—,
el joven Octavio debe imponerse a todas las maquinaciones para hacer suyo el
legado de su padre adoptivo y reclamar su destino como primer Emperador romano.
EL HIJO DE CÉSAR (novela ganadora
del prestigioso NATIONAL BOOK AWARD) nace, después de una meticulosa labor de
investigación, de la pluma de un auténtico poeta, y nos cuenta el sueño de un
hombre por liberar a la corrupta Roma de las guerras intestinas que amenazaban
con acabar con ella y afianzarla como eje del mundo.
OPINIÓN PERSONAL:
Hay libros tan buenos que todo lo
que se diga sobre ellos parece estar de más. Tal es el caso de El hijo de César, del escritor
estadounidense John Williams. Publicado originalmente en 1972, llegó al mercado
castellanoparlante en 2008. Visto el nivel del texto, la espera de casi cuatro
décadas ha merecido la pena.
¡Qué delicia es poder reseñar una
obra como El hijo de César (en su
original, simplemente Augustus)! John
Williams holla desde la primera hasta la última página de la novela la senda de
la excelencia literaria con este portentoso análisis del ser humano.
Porque, en efecto, este libro no
es una biografía al uso sobre el emperador Octavio ni siquiera un sucinto
relato sobre una etapa del Imperio Romano. El autor toma como pretexto un
determinado momento histórico (junto a un apasionante conjunto de personajes)
para realizar una honda disección del comportamiento humano, de sus temores y
anhelos, de sus incertidumbres y convicciones, de sus vicios y virtudes…
El hijo de César adopta la forma
de novela epistolar, una fórmula de tremenda complejidad que sólo pueden llevar
a buen puerto escritores que aúnen una técnica exquisita con una singular
perspicacia (son abundantes los casos de enormes fiascos como consecuencia de
una deficiente utilización de estas posibilidades).
John Williams posee ambos atributos
(una acreditada sabiduría narrativa y un hondo conocimiento del género humano)
y ofrece muestras de su magistral prosa en el conjunto de cartas donde asoman
personalidades como Julio César, Octavio Augusto, Marco Antonio, Tiberio,
Bruto, Marco Agripa, Mecenas, Horacio, Virgilio, Cicerón, Julia, Livia,
Estrabón de Amasia, Nicolás de Damasco, Cleopatra, Epímaco…
Partiendo de un listón muy
elevado, el libro va in crescendo conforme pasan las páginas. John Williams se
embarca en un muy arriesgado ejercicio de funambulismo literario y sale
plenamente airoso del trance. Si las reflexiones de los comienzos de Augusto
como personaje público son magníficas, las páginas finales en las que el
emperador reflexiona sobre su indefectible decadencia vital e institucional
resultan portentosas. Y qué decir de las cuitas familiares, de los dimes y
diretes oficiales, del fulgor presente en las mil y una batallas narradas.
La estructura formal de El hijo de César es fabulosa. Cada
retazo de texto seleccionado por Williams engarza con el siguiente de manera
irreprochable, todas las piezas del rompecabezas encajan a la perfección. El
conjunto de su engranaje está tan bien engrasado que la lectura se hace fácil y
cómoda pese a la notable complejidad de las ideas vertidas.
John Williams (1922-1994) supone
una prueba fehaciente de que cantidad y calidad son dos magnitudes
completamente distintas en el ámbito de la literatura. Hasta donde conozco, su
obra se compone tan solo de dos libros de poemas (The Broken Landscape y The Necessary
Lie, ninguno de ellos traducido al castellano) y cuatro novelas (la quinta,
The Sleep of Reason, quedó inconclusa
debido a su fallecimiento, aunque algunos de sus fragmentos se publicaron a
comienzos de los años 80): El hijo de
César, Stoner (ya reseñada en Cincuentopía), Butcher’s Crossing (sobre la que prometo publicar un análisis antes
de fin de año) y Nothing But the Night (su opera prima que, hasta el momento,
tampoco ha sido traducida al español).
John Williams dedicó cinco años a la escritura de El hijo de César. Cuando concluyó el libro había entrado ya en plena edad cincuentópica, un motivo adicional para leer con detenimiento esta portentosa novela por la que obtuvo el National Book Award. ¡Bienvenidos a su excelso universo literario del que todos podemos formar parte!
John Williams dedicó cinco años a la escritura de El hijo de César. Cuando concluyó el libro había entrado ya en plena edad cincuentópica, un motivo adicional para leer con detenimiento esta portentosa novela por la que obtuvo el National Book Award. ¡Bienvenidos a su excelso universo literario del que todos podemos formar parte!
Lee esta reseña en la web CINCUENTOPÍA
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