Título: El rastro del miedo
Autora: Laura
Griffin
Colección: Phoebe
Fecha edición: abril 2015
Páginas: 336
ISBN:
9788415433024
Rústica con solapas,
15 x 23 cm
Precio: 17,95€
SINOPSIS:
La artista forense Fiona Glass es
la mejor en su campo, pero necesita un cambio. Su habilidad para interpretar
los recuerdos de las víctimas de brutales ataques la lleva a recrear los
rostros de sádicos criminales, lo que ha acabado por pasarle factura. Solo la
tenaz insistencia del jefe de policía Jack Bowman consigue que posponga su
decisión.
Jack está intentando dar caza a
un asesino en serie que se dedica a secuestrar a adolescentes. Pero lo que
parece una tarea sencilla acaba complicándose, sobre todo por la abrasadora
atracción que siente por la tentadora Fiona.
Jack jamás quiso que Fiona
acabara tan profundamente involucrada en el caso... ni en su vida. Y ahora que
el asesino la tiene en le punto de mira, la única manera de mantenerla a salvo
es desentrañar los más oscuros secretos de un pequeño pueblo, secretos que han dejado
un rastro realmente aterrador...
OPINIÓN PERSONAL:
Aunque parezca raro, me gustan
las historias de forenses, no es una profesión que desempeñaría, ni siquiera
creo estar cualificada para ello, pero me atraen en la literatura y en las
series de ficción. Había encontrado por el camino psicólogos forenses,
perfiladores, pero nunca una artista forense, y menos una que no se valiera de
las nuevas tecnologías para realizar retratos robot.
Cuando leí la sinopsis de El rastro del miedo me llamó la atención
que se encuadrara como suspense romántico, género al que no suelo acercarme
demasiado, aunque hago honrosas excepciones, ya que después de leído sigo sin
entenderlo, porque para mí la trama de suspense, policíaca, negra, o como se la
quiera llamar, tiene mucho peso. Es tanto y tan duro a veces lo que se cuenta
que no creo que sea muy del agrado de los lectores de romántica, pero eso me lo
tendrán que confirmar ellos.
Lo que sí se puede encuadrar
dentro de la romántica son esos personajes altos, guapísimos, de buena
posición. Señores autores, ¿los bajitos y no tan agraciados y con una posición
normal no son aptos para protagonizar una novela? Esos tópicos terminan
hartándome a la hora de leer, pero, salvando lo evidente, la novela me ha
gustado, aunque no sé si tanto saber que se trata de una serie, porque me temo
que la otra evidentemente tendrá más color rosa, y no porque no me haya gustado
Courtney, todo lo contrario, es un personaje muy atractivo y que puede dar
mucho de sí, quizás más que Fiona.
Esta es la primera novela que leo
de la autora, aunque en realidad es la tercera que ha publicado, desconozco si
todas pertenecen a la serie The sisters
Glass, aunque algo me hace pensar que posiblemente no, el estilo de la
autora me ha gustado, sabe dar equilibrio a lo romántico, erótico y lúdico-festivo
y a la trama más oscura, dosificando la intriga con arte, haciendo que el
lector no se sienta en ningún momento tan almibarado que sienta tentación de
abandonar la lectura.
A mi parecer eso lo consigue con
unos personajes muy creíbles, tanto Jack como Fiona son personas atractivas,
pero sin mucha suerte en el campo sentimental, ambos vienen de fracasos y ambos
se lamen las heridas a su manera. Jack buscando sexo de una noche y sin
complicaciones, la mayoría de las veces en moteles de la mala muerte para
desvincularlas de su vida. Fiona apartando a los hombres de su camino,
mostrándose más fría que un témpano de hielo, frialdad que está muy lejos de
sentir, pero ya le han hecho bastante daño, no está dispuesta a que la hieran
mas.
Aparte de esa atracción que ambos
sienten desde el minuto cero y que me ha hecho pensar en más de una ocasión en
el anuncio de la famosa colonia con motera incluida que buscaba a Jack, la
novela empieza fuerte, con una conversación entre dos adolescentes por msn,
chat, u otra plataforma similar y la desaparición de una niña de diez años. Sin
embargo, ese hilo se queda un poco suelto, la participación de Fiona en la
realización del retrato robot del presunto secuestrador es lo único que lo une
al resto de la novela, eso y la comunicación que esta mantiene con el encargado
de la investigación y algunas pinceladas sueltas.
La novela hubiera sido igualmente
atractiva sin esta subtrama; si lo que pretendía la autora era denunciar los
peligros de que los niños utilicen las redes, faciliten datos o desobedezcan a
los padres en esos temas, debería haber profundizado un poco más. Da la
sensación de no haber sabido continuar con la idea principal y que, agotada
esta, otro caso le ha ganado la partida. He tenido la impresión de que el
lector siempre iba un paso por delante del investigador, porque este nada sabía
del uso de las redes, y estaba claro cómo se había acercado a ellas.
Y es que la desaparición de una
niña de diez años puede resultar atractiva, pero para los amantes del género
negro nada como un asesino en serie sádico que se permite la licencia de jugar
con las fuerzas de seguridad del estado, que se permite acecharlas e incluso
acercarse tanto que roza la imprudencia. Y en medio de tanta maldad, de tanto
rostro desfigurado, de tanta mujer secuestrada y vejada, los dos protagonistas
de esta novela no pueden mantener a raya sus bajos instintos, esa pasión animal
que les lleva a sentirse atraídos, aunque a ambos les gustaría que eso no sucediese.
Con estos ingredientes, unos más
acertados que otros, como ya he comentado, Laura Griffin construye una novela
que se lee con rapidez, no diría yo que es un thriller vertiginoso, porque no lo es, pero sí que necesitas seguir
leyendo para saber cómo funciona la investigación, para avanzar en ese tira y
afloja que mantienen los personajes y que si no hubiera cadáveres por medio
podría ser el de cualquier pareja que se resiste a enamorarse, para atrapar a
ese hombre que se permite hacer sufrir de esa manera a jóvenes hispanas.
Para ello la autora se vale de un
narrador omnisciente que nos cuenta la historia desde todos los puntos de
vista, e introduce unos secundarios de lujo, como pueden ser Courtney, la
hermana de Fiona, que da mucho juego, o Lucy, la primera víctima del asesino,
que logró escapar de sus garras. Ambas mujeres, a su manera, aportarán sal a
esta historia, logrando que no se centre solo en el romance, haciéndola apta
para alérgic@s al género romántico.
Sobre la trama policial, a pesar
de ser lectora de género erótico, y que me perdonen, pero yo lo encuadraría más
en este que en el romántico, a mí me han atraído la investigación policial, el
trabajo forense de Fiona y la tenacidad de Jack, que ha convertido en algo
personal atrapar a ese asesino.
Al ir leyendo iremos
comprendiendo la tozudez del investigador, el porqué de ese don que parece
poseer Fiona y que le abre puertas inaccesibles para otros, convirtiéndola en
la mejor de su campo, a pesar de que afecte tanto a su día a día.
Seremos capaces de empatizar
tanto con Jack como con Fiona. Y sufriremos con ellos para atrapar a una
persona que parece que ha perdido el norte y comienza a actuar a la
desesperada. Por si fuera poco, la investigación se estanca, parece que se
cierran todas las puertas, y Jack pretende apartar a Fiona en un momento en que
ella necesita estar allí y atraparlo tanto como él.
El juego del asesino con ambos
los pone en el punto de mira y a punto está de terminar con la vida de ambos. Solo
Jack parece intuir el peligro, Fiona se coloca ella sola en la boca del lobo
obligando a Jack a actuar a la desesperada.
Para mí sobra una de las dos
tramas policiales, creo que la desaparición de Shelby y la consiguiente
investigación aportan poco a la historia, se podría haber explotado mejor,
podría haber resultado muy atractiva, en un momento dado, a mí me despistó de
tal forma que no sabía muy bien a quién tenían cercado, ni qué investigador era
el que se estaba acercando al final del caso. Tampoco me ha convencido la forma
en la que la autora cierra esa línea argumental, sacándose de la manga un
broche que me ha parecido un poco impostado, pero no se podía dejar abierto
ningún hilo.
Sin embargo, el colofón a la
trama del asesino en serie fue de infarto, muy televisivo, o cinematográfico,
las imágenes pasaban por mi mente a toda velocidad. Toda la novela, a mi
parecer, es apta para hacer una serie, o una película, pero ese final ya está
en mi mente grabado a fuego, a causa de mi desbocada imaginación.
Como conclusión, a pesar de
venderse como suspense romántico, creo que puede gustar a cualquier lector de
género negro, puesto que la trama rosa o erótica está puesta con mucha
naturalidad, si tenemos en cuenta que los investigadores son personas humanas y,
como tales, tienen sus necesidades afectivas y sus sentimientos. En ningún
momento resulta excesivamente almibarada, ya que en un principio, más que el
amor, lo que les une es el deseo, y cuando este hace acto de presencia, el
asesino ya los tiene fichados como objetivo y la novela gana en velocidad
lectora.
El principal acierto de la autora
ha sido crear unos personajes, tanto los principales como los secundarios,
completamente creíbles a pesar de los tópicos de los que se vale. A cada uno
los dota de una personalidad distinta de matices atractivos que nos llevan a
empatizar con ellos. A pesar de lo arisca que se muestra Lucy, la autora
mediante pinceladas nos muestra su humanidad, y la vena alocada de Courtney
también tiene su contrapunto.
Finalmente el equilibrio entre la
trama policial y la romántica es tal que creo que a fin de cuentas es la
primera quien gana la batalla, no veo a cualquier lector del género rosa digiriendo
esta novela, para muchos los pasajes más duros resultarán indigestos, aunque
tampoco espere ningún lector de género negro la crueldad que puede encontrar en
otras del ramo.
Por si no ha quedado claro,
recomiendo la lectura de esta novela, yo ya he descubierto a Fiona, a Courtney
y a Jack, ¿y tú a qué esperas?
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